3.1.1.DIFERENTES ENFOQUES EDUCATIVOS EN LA DIVERSIDAD
CULTURAL.
Asimismo, hay que
decir que no resulta fácil ofrecer una síntesis organizada de tan amplia
variedad de realizaciones educativas tan diversas y dispersas. Hasta ahora los tratadistas
(Grant & Sleeter, 1987; Banks, 1989; Muñoz, 1993, 1998; García ,
1997, etc.) del tema han intentado resumirlas y sistematizarlas en términos de
asociar los diferentes enfoques socio-políticos a sus correspondientes modelos
y programas educativos. A continuación, presentaremos una breve síntesis de los
casos más representativos, adaptada a partir de una magnífica clasificación de
Bartolomé Pina (1997) que hemos cotejado con otra de Siguan (1998) y Muñoz (1998)
Enfoque
asimilacionista:
Este enfoque aborda
el concepto de educación multicultural desde una interpretación estática y
conservadora de la cultura, esto es, facilitando el proceso de aculturación e
incorporación 109 del alumnado inmigrante al grupo dominante. Representa, por
tanto, una postura de férrea represión de la diversidad, al contemplarla como
un elemento segregador o diferenciador (Essomba, 1999). Y
consecuentemente percibe el fracaso escolar no como resultado de un desarraigo
cultural-afectivo, sino de una deficiente adaptación a la cultura mayoritaria y
a sus normas.
Entre algunas
propuestas educativas figurarían los programas de inmersión lingüística (modelo
asimilacionista), los programas de organización de escuelas para minorías
étnicas marginadas (modelo segregacionista) o los programas de educación
compensatoria (modelo compensatorio). Se trataría, pues, de medidas
conservadoras que han obviado siempre toda atención a la diversidad y
que aún perviven entre nosotros, y vienen desarrollándose no sólo en
nuestro país sino también en otros de más larga tradición multicultural como
Estados Unidos, Reino Unido y
Francia (Martínez, 1994; Aguado, 2003).
Enfoque
pluralista:
Esta tendencia no
cree que las minorías culturales sean deficitarias sólo por ser diferentes a la
cultura dominante. Sin embargo, si bien acepta que los valores y los estilos de
las personas sean diferentes, ofrece un modelo de educación multicultural desde
“un concepto de cultura estática, cerrada y homogénea” (Sales & García,
1997: 65).
De este modo, el
pluralismo llevaría a centrar la educación en las diferencias culturales de las
personas y, por tanto, a una desigualdad e incomunicación social similar a la
que conduce el asimilacionismo. Entre algunos de los programas educativos más
destacados podríamos señalar los programas bilingües (modelo de
curriculum multicultural), los programas de creación de escuelas para grupos
minoritarios (modelo de pluralismo cultural), etc.
Enfoque
Interculturalista:
Se trata del enfoque
más reciente que, concebido desde un concepto de cultura más dinámico y
cambiante, y desde una perspectiva antirracista, integradora, inclusiva y
reformadora, trata de poner un mayor énfasis en la interacción y el diálogo
entre los individuos y grupos culturalmente diferenciados, basándose en la
tolerancia y el respeto. No para promover particularismos culturales, sino para
que las diferencias se consideren una riqueza común en lugar de un factor de división
(Muñoz Sedano, 1993)
Entre sus propuestas
educativas más conocidas podemos resaltar los programas de desarrollo de la
identidad étnica y cultural (modelo de orientación multicultural); los programas
de relaciones humanas en la escuela, los programas orientados a valorar
la diferencia y vivir la diversidad y los programas multiculturales
lingüísticos (modelo intercultural) que prepararían no sólo a los
inmigrantes sino a todo el alumnado para vivir en una sociedad donde la
diversidad cultural se reconoce como lejítima.
webgrafia utilizada: Revista Sociedad y Discurso; Número 16: 102-118 Universidad de Aalgorg. www. discurso. aau.dk ISSN 1601-1686
webgrafia utilizada: Revista Sociedad y Discurso; Número 16: 102-118 Universidad de Aalgorg. www. discurso. aau.dk ISSN 1601-1686
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